Habilidades para aplicar, con un objetivo, en el sentido de la vida

Por Xochitl Martínez H.
Hola amigos, me da gusto saber que están bien el día de hoy. Vamos a hablar sobre espiritualidad y quiero que sepan que al hablar de espiritualidad no es hablar de religión, sino hablar del estar bien el sentirse bien, es la esencia de uno mismo, es hablar de la conciencia que forma parte de nosotros y que se nos manifiesta materialmente, es algo superior que está dentro de nosotros.
Es como el hablar sobre el desarrollo cognoscitivo y sexual, el desarrollo espiritual es algo natural que todos traemos, es un bagaje de nuestra vida, si el niño tiene apoyo de los padres, tutores y maestros aprenderá a desarrollarlo desde pequeño y esto le ayudará a estar bien, a estar tranquilo y atraer mucha energía a su alrededor.
Lo primero que tenemos que hacer, padres y maestros, es abrir un espacio a nosotros mismos, es conocernos y darnos cuenta lo valioso que somos y lo que podemos dar de nosotros mismos, es no criticarnos si pensamos que lo hemos hecho mal.
Sabemos que esta pandemia nos ha tenido mucho tiempo encerrados, pero gracias a ella nos ha permitido conocernos más; darnos cuenta de cosas que por estar siempre a las carreras las dejamos de ver, el confiar en nuestra intuición, el probar nuevas tendencias, nuevas formas de aprender, nuevas actividades físicas, emocionales y artísticas esto nos ayudará a ser espirituales.
La experiencia espiritual nos hace referencia a lo más profundo de nosotros mismos, nos permite el saber el ¿para qué? Y aprendemos siempre de ellas y el propósito de toda acción, sea buena o mala, sean cuales sean, significa aprender a disfrutar y encontrar siempre una respuesta.
En ocasiones es difícil actuar o aceptar en el momento, pero si reflexionamos analizamos y vemos con el corazón, siempre hay un mensaje o una respuesta que recibir.
A los niños siempre hay que mostrarles un elevado deseo de esperanza, es decir la esperanza es uno de los valores más importantes que pueden desarrollar. Esto les ayudará a que nunca pierdan la fe y que no se desanimen cuando las cosas no son o no van como ellos quieren, esto les ayudará a ser más pacientes, más felices y estar más satisfechos con lo que tienen.
Enseñarles el sentido de la vida, el saber perder y ganar, el que sepan que siempre hay un orden, hay leyes, deberes y derechos y por supuesto limites, el saber respetar porque a la medida que ellos respeten serán respetados, todo esto les dará una sensación de paz y serenidad el perdonar a los demás el saber dar gracias y el saber pedir perdón, el ser compasivo, el ser bondadoso, el ser justo, tener tolerancia, el llevar una filosofía de la vida, tener una meta, un objetivo.
Es importante experimentar, vivir las emociones, el saberlas conocer el tener coraje y tener diversión, esto nos ayuda a conocer nuestros propósitos y valores, nos ayuda a huir del vacío, nos motiva a estar con el mundo, con la naturaleza, es conocer el sentido del bien, de la belleza y de la verdad, es un compromiso ético y moral que se va nutriendo con la experiencia y con el paso de la vida. No dejemos que nuestros hijos sufran por no saber solucionar problemas, el que siempre se sientan que la gente los lastima, el no saber enfrentarse a los retos, saber aprovechar y aprender de ellos. Ayudemos a nuestros hijos a ser espirituales y aprendamos de ellos nosotros también. Siempre con límites y principalmente con mucho amor.

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