Hoy elegí el tema de la sabiduría. Ustedes se preguntarán del porqué de la elección. Bueno porque una de las características de la educación es proponer el logro del ideal de la sabiduría, además de otorgar conocimientos útiles.
Es indispensable que el que el profesor vincule este saber con el interés del alumno, pues en cualquier disciplina a impartir se debe exhibir la importancia del “aquí y del ahora.
La sabiduría es el secreto que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia, es la experiencia propia del ser, ambas nos llevan a conclusiones que nos dan un mayor entendimiento.
Cuando trabajamos con sabiduría e inteligencia estamos capacitados para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, de lo bueno y de lo malo.
La sabiduría no es saberlo todo, es poseer el saber y saberlo emplear siempre con un fin determinado.
La sabiduría empieza desde el amor porque es la clave al éxito.
El rey Salomón aplicó la sabiduría que Dios le dio, lo cual nos enseña que no hay mayor y mejor sabiduría en la vida que es darle prioridad a todo lo que hacemos, a través del amor.